En 1936 los hombres ganaron su lucha, en Nueva York, después de manifestarse. Ellos pudieron ganar su libertad, ellos pueden ir con el torso desnudo sin ser juzgados, sin ser intimidados, sin ser multados.

En cambio, ellas si enseñan sus pechos están haciendo un gesto obsceno, ya que sus pechos son considerados órganos sexuales; esto llega a tal punto que deben censurar su pezón en las redes sociales si quieren subir una imagen de su torso desnudo.

La pregunta es: ¿Por qué ellos pudieron ganar su lucha mostrando su cuerpo y nosotras nos hemos quedado atrapadas 100 años atrás? ¿Por qué no podemos hacer arte con nuestro cuerpo sin que se vea como un acto provocador?

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«La censura es al arte como el linchamiento es la justicia.»

-Henry Louis Gates

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Y ahora, después de haber visto distintos cuerpos, después de ver el pecho de todos los sexos, edades y colores, me he dado cuenta que no tenemos que tapar partes de nuestro cuerpo que nos hacen únicos, que nos caracterizan.

Los pezones femeninos nutren a los recién llegados al mundo; algo tan mágico y que nos da vida no merece ser tapado, no merece ser sexualizado sin más, sino que debería formar parte de nuestro arte, de nuestro día a día, sin que se nos multe por enseñar lo mismo que los hombres.

Para cerrar este proyecto, quiero dar las gracias a todos los participantes, tanto los desconocidos como quienes han superado sus miedos, por su confianza enviándome fotografías de suyas.

Por último quiero agradecer la fuerza que me han dado haciendo de mi arte un arte de todos.